Variedades de sistemas de montaje solar.

Soportes de aleación de aluminio.

Los soportes de aleación de aluminio se prefieren por su naturaleza liviana, atractivo estético y durabilidad, junto con una excelente resistencia a la corrosión, lo que los hace ideales para aplicaciones con altos requisitos de carga, como instalaciones en tejados. Sin embargo, tienen una capacidad de carga relativamente menor, especialmente en términos de resistencia al viento y aplicaciones de gran luz, donde pueden no ser tan efectivos como el acero. Además, los soportes de aleación de aluminio son más caros, con precios aproximadamente tres veces superiores a los del acero.

Soportes de acero galvanizado

Soportes de acero galvanizado Se utilizan ampliamente debido a su rendimiento estable, alta capacidad de carga y facilidad de instalación. Se someten a un proceso de galvanizado en caliente, que proporciona una excelente resistencia a la corrosión y menores costos, lo que los hace adecuados para proyectos de gran escala. Sin embargo, en ambientes de alta humedad o salinidad, su resistencia a la corrosión es inferior, lo que requiere capas de galvanización más gruesas y un mantenimiento regular. Además, su valor de reciclaje es relativamente bajo en comparación con otros materiales.

Soportes de acero inoxidable

Los soportes de acero inoxidable son reconocidos por su extrema resistencia a la corrosión y su alta resistencia, manteniendo el rendimiento incluso en entornos extremos, lo que los hace adecuados para aplicaciones que requieren capacidades de carga sustanciales. Sin embargo, el alto costo de los soportes de acero inoxidable puede limitar su uso en proyectos sensibles a los costos.

Monturas no metálicas (p. ej., materiales compuestos de fibra)

Los soportes no metálicos, como los soportes de material compuesto de fibra, están ganando atención por su ligereza y buenas propiedades mecánicas, capaces de soportar determinadas cargas y facilitar su instalación y transporte. Al ser un material relativamente nuevo, su rendimiento y confiabilidad a largo plazo requieren una mayor validación a través de proyectos prácticos. En comparación con los soportes metálicos tradicionales, su rentabilidad aún no se ha definido claramente.